QUINCE Y MEDIO POBLADO SEIS NOMBRES

No poseo referencias de que en Cuba exista un poblado al que se haya identificado con seis nombres, excepto el que ahora les invito a recorrer, ubicado al sur de Ciego de Ávila. Sin más dilación y en breve síntesis cronológica presentamos los topónimos que se le han reconocido al pintoresco lugar.
LA VEGA
Nombre original de la finca de 37.970 caballerías de tierra, adjudicada por derecho hereditario en 1899 al deslindarse la hacienda Tío Pedro a favor de María Teresa Iñiguez Hernández, descendiente de los Condes de Villamar, casada con el asturiano Francisco Martín García, quien decide segregar 11 hectáreas de la misma para destinarla a la urbanización del referido poblado.
QUINCE Y MEDIO
Cantidad de kilómetros desde el puerto de Júcaro hasta el lugar al construirse el Ferrocarril de la Trocha Militar. En el sitio existió un campamento de soldados españoles y un fuerte. El topónimo se les debe a los militares peninsulares. 
VILLAMAR
En homenaje al conde de igual apellido y a quien fue otorgada la merced del realengo de Santa Rita de Sabana Lamar (gran parte del actual municipio de Venezuela) por el Rey de España Fernando VII. La sucesión condal introdujo en el territorio la producción azucarera y por ende la esclavitud de negros africanos, la destilación de las mieles, fomentaron el puerto de Júcaro y una salina en el litoral, abrieron caminos e intensificaron la cría de ganado porcino, vacuno y caballar así como otras producciones agrícolas. Este nombre fue aprobado por el Ayuntamiento de Ciego de Ávila.
SILVEIRA
Apellido de Manuel, uno de los principales inversionistas junto a José.M. Ceballos que fomentaron el cercano central Stewart y que en sus inicios se conoció y fue inscripto en los registros oficiales bajo la denominación de Plantación Azucarera Silveira. La estación o paradero ferroviario lleva este nombre, que también fue admitido en las correspondencia postal, y por tal motivo el poblado lo adopta. El topónimo fue obra de la sutileza de los trabajadores del Ferrocarril de Júcaro a Morón, cuando se construía el mencionado ingenio, mientras transportaban las cargas y equipos para la fábrica azucarera que desmontaban en ese punto de la vía, distante un kilómetro del coloso.
JOSÉ MIGUEL GÓMEZ
En reconocimiento al mayor General del Ejército Libertador, Presidente de la República (1909-1923) y quien fuera el primer administrador del central Stewart cuando se edificaba en 1906. Al constituirse el barrio y urbanizarse, a petición de varios vecinos, pierde su nombre de Villamar y comienza a identificársele por este. La petición fue aceptada por acuerdo mayoritario del Ayuntamiento avileño. El propio General agradeció la iniciativa del gesto.
SIMON REYES
Al asumirla presidencia el gobierno conservador de Mario García Menocal, enemigo político de José Miguel Gómez, y después del alzamiento de La Chambelona, el Ayuntamiento de Ciego de Ávila acuerda sustituir el nombre anterior por el de Simón Reyes Hernández, insigne patriota avileño, quien desarrolló numerosas acciones de guerra en ese territorio. Además, “El Águila de la Trocha” estaba afiliado al partido que detentaba el poder.
Tal vez los “quinceños” de hoy pueden explicarse a través de esta lectura el porqué de los nombres de su querido pueblecito y que sus principales calles se nombres Martín y Francisco. Nada, que el sevillano quiso perpetuar su nombre y apellidos, después de aplatanarse en estas tierras del sur avileño y llevarse, como gato al agua, a una heredera de legítimos condes.