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LUMINARIAS DEL BOXEO PROFESIONAL EN MORON

28.06.2012 18:11

 

Por Nestor Edel Sanchez Cardoso.

                                 La década del cuarenta y el cincuenta en Morón fueron etapas de profuso esplendor en el boxeo semipro y profesional de la época, quizás la situación precaria de entonces obligaba e incitaba la presencia de jóvenes y otros no tan jóvenes en las arenas a la caza de un sustento, pero lo cierto es que a pesar de ello, muchas fueron las luminarias que de alguna manera engalanaron aquellas noches tormentosas y escribieron páginas gloriosas en el viril deporte de los puños, no solo en la ciudad del gallo, sino, supieron poner bien en alto el nombre de su ciudad natal a lo largo y ancho del archipiélago cubano y en otras latitudes del mundo.

Un ejemplo de ello lo constituyó el joven Miguel Mendivil, Mingo, como cariñosamente le conocerían en Morón, púgil que logró enfrentar y dominar a varios campeones de su división en la Cuba de entonces, entre ellos: Orlando Zulueta, Kid Bururú, Bombón Oriental, a quien enfrentó en cuatro oportunidades, y Rafael Lastre.

El ídolo moronense tuvo la posibilidad y a la vez la suerte o la desdicha de haber viajado a New York, allí representó a su terruño en disímiles combates y sufrió los avatares de una sociedad envuelta en el vicio, el juego, la corrupción, la prostitución y la desigualdad.

En ese norteño país se midió ante varios de los más encarnizados gladiadores de aquel momento, muchos de ellos llegaron a coronarse en sus respectivas divisiones, son el caso de: Wallace “But” Smiht y Ernest “Tony” Anthony, un Heavyweight que lo rebasaba por 30 libras o más de peso corporal, y sin embargo, logró vencerlo.

 “Otros prospectos nacidos en Morón que derrocharon gran lucidez fueron el Lightweight Kid Kendy, un fuerte pegador con su mano derecha y el estilista Feather Mario Reina, púgil de buen boxeo. Por Morón pasaron y actuaron otros pugilistas de muchos méritos como: Jesús Lastre (El Barquerito), Armandito Puentes Pi, Kid Guará, Alfonso Martínez (Acorazado), Amadito Mir, Pedro Quintero, Jesús García (El Kíkaro), Villa Clara Kid, Esteban Salazar (Tariche), Titán Tabío, Kid Bombón y Diego Sosa (Tigre del Cerro), entre otros muchos, todos bien recordados”.[1]

Pero no solo el nombre de Mendivil ni de otros oriundos de Morón ya mencionados brillaron por su calidad boxística, hubo otras figuras de renombre quienes en más de una ocasión exaltaron los graderíos de las arenas Yucayo o Cristal e hicieron reír o llorar a más de un fanático con demostraciones de buen boxeo y hoy solo algunos pocos son recordados, otros, quedaron en la memoria de quienes lo conocieron y hoy no están entre nosotros para contar sus epopeyas.

La lista sería interminable, pero me gustaría enumerar algunos de ellos: Ramón Castillo, Conguito Moronero, Manuel Jardines (Chita), Joaquín Castillo (Tunero), Bururú II, Jesús Flores, Zurdo Sánchez, Juan Vicente Corrales, Erasmo Beltrán, Rudesindo Medina, Pascual Almaguer, José A. Chapman, Joaquín Landin, Ricardo Daniel, Baby 2do, Rápido Oriental, Kid Bebo, Pina Kid, Hermes Hechevarría, Ibrahín Cardoso, Becerrita Kindelán, Félix Panfet, Pepito la O, Zurdo Castillo, Gilberto Kelsell, Eladio García y Héctor La Rosa, también merecen estar dentro de ese grupo de grandes peleadores.          

Fue una generación de púgiles que, no solo abrió las puertas a otras generaciones de boxeadores que le sucedieron, sino, ayudó con sus experiencias, sabiduría y voluntarismo, al desarrollo futuro de esta ruda disciplina deportiva en la mítica tierra del Gallo



[1] Testimonio de Rolando Crespo Rodríguez. Entrevista realizada por Néstor Edel Sánchez Cardoso en La Habana, marzo de 2011