FIDEL CASTRO EN JAGUEYAL.

Por José Martín Suárez (El Bolo)

           (…) El porvenir del país está ligado directamente al desarrollo de la Ciencia y la Técnica. Nunca podremos caminar con nuestros propios pies mientras no tengamos una tecnología avanzada, basada en una técnica propia.

Che

          En 1961 se realizó, luego de la nacionalización de la industria azucarera nacional, la Primera Zafra del Pueblo, concluida tras un grandioso esfuerzo porque los miles de macheteros procedentes de otras provincias del país que antes acudían a los campos camagüeyanos encontraron nuevos puestos de labor en sus lugares de origen, provocando un déficit de fuerza manual para enfrentar la cosecha; ante tal situación se organizan los Batallones de Trabajo Voluntario en los centrales pero no fue suficiente, integrándose más tarde los contingentes de trabajadores de diversos sindicatos procedentes de la capital del país que invaden en cada nueva contienda azucarera los cañaverales avileños, región con alto déficit de fuerza de trabajo y baja densidad poblacional.

Por su potencialidad cañera la zona de Jagüeyal, abastecedora de materia prima al central Venezuela (uno de los mayores productores de azúcar de Cuba), fue escogida para albergar a buena parte de los movilizados, instalándose en la granja «Senén Mariño»,¹ cercana al poblado, la jefatura del Batallón Nacional de la CTC y del Sindicato Nacional de los Trabajadores Azucareros, construyéndose amplios albergues y otras facilidades temporales.

Junto a los bisoños macheteros acuden también destacadas personalidades como el capitán Jesús Suárez Gayol, entonces Viceministro del Azúcar, quien dirigió una brigada de corte integrada por 36 macheteros, entre los que se destacaba Pablo Díaz, expedicionario del yate Granma.

Aquí fueron entregados por primera vez en Cuba estímulos materiales a los trabajadores más destacados en las labores de la cosecha cañera, incluidos automóviles, motores, televisores, radios y otros artículos. Al concluir la zafra, las instalaciones del campamento eran utilizadas para el funcionamiento de la Escuela Nacional de Capacitación de cuadros y dirigentes de la CTC mediante el sistema educativo de estudio-trabajo, donde los alumnos brindaban atenciones culturales a las plantaciones cañeras.

 Atendiendo a las características geográficas y otras condiciones socioeconómicas se decide instalar en 1965 el primer Centro de Acopio de la provincia de Camagüey, montado en tiempo record en las inmediaciones del batey de Jagüeyal por los trabajadores industriales del central Venezuela  quienes, apenas cuatro años atrás, a petición del Che, habían iniciado el proceso de la mecanización cañera en nuestro país con el propósito de humanizar el rudo trabajo y  suplir el déficit de fuerza de trabajo en el corte y alza de la gramínea. La materia prima sería suministrada por los macheteros del mencionado Batallón de la CTC, mientras el centro de acopio quedó bautizado con un nombre simbólico: Batalla de Imías. ²

Esta breve síntesis permite la ubicación del escenario donde la Revolución comenzaría una nueva batalla en el campo económico y tecnológico, suceso histórico para la industria azucarera nacional en el cual los protagonistas principales sintieron de cerca el apoyo, el aliento y la fe inconmovible del Jefe de la Revolución Cubana.